Las vacaciones de primavera estaban a punto de terminar, sólo quedaba un día de éstas.

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Inclusive el sol estaba comenzando a ponerse antes de que me diera cuenta. Pronto sería hora de acotarse.

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Me pregunto cómo se estarán sintiendo mis compañeros de clase mientras pasan esta última noche de descanso.

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¿La misma melancolía que se siente cuando el fin de semana termina y el lunes comienza? ¿O tal vez se sentían llenos de esperanza ya que un año nuevo comenzaría?

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Si me preguntan, diría algo similar… estaba más o menos esperando ansiosamente ir a la escuela mañana.

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Por supuesto, había demasiadas dificultades a la vuelta de cada esquina.

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No tengo que mencionar la apuesta con Horikita, pero también había una gran posibilidad de que el estudiante de primer año de la Habitación Blanca que Tsukishiro mencionó ya se hubiese mezclado entre nosotros. La lista continúa. Un dolor en el culo, todos ellos.

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Pero generalmente estoy pasando mis días viviendo como un estudiante en esta escuela.

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Pasar tus vacaciones tan relajadamente no era una mala idea, pero las cosas que me hacen sentir más satisfecho son las cosas que se esperan que los estudiantes hagan: estudiar y hacer deporte.

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Y encima de todo eso—

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Algo que ha cambiado a diferencia del año pasado.

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Exactamente a las 10PM, mi celular sonó.

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Ni siquiera necesitaba confirmar quién era.

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Karuizawa Kei.

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Ella era una compañera de clase, y ahora, de alguna manera, era más que una amiga.

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En otras palabras, era una llamada de alguien que pertenecía a una categoría que podía describir como mi ‘novia’.

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Aunque hemos sido pareja por unos cuantos días ya, realmente no nos hemos reunido o habíamos estado en contacto el uno con el otro.

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Probablemente era debido al hecho de que Kei aún no había ordenado nuestra relación.

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Tampoco la había contactado y esperé a que terminaran las vacaciones de primavera. Pero en el último día, es decir hoy, recibí un mensaje por la tarde diciendo que ella quería hablar conmigo por llamada telefónica a las 10PM.

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Y así, el momento ha llegado.

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«…¡Ya-hoo!»

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Inmediatamente después de haber recibido la llamada, torpemente respondí después de una breve pausa.

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«Ah.»

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«Yikes, eso es descortés.»

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«¿En serio? No, tal vez lo fue.»

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Si me preguntasen si eso sonaría como algo que un novio diría, definitivamente diría que no.

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«Estaba esperando por tu llamada.»

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¿Eso suena como algo que un novio diría?

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Creí que sí así que intenté diciendo eso.

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«¡¿Eeeeh!?»

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Desde el otro lado, un gran grito junto al sonido de algo cayéndose atravesaron el teléfono.

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«¿Qué pasó? ¿Estás bien?»

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«¡E-estoy bien! Solamente me caí de la cama. Ow ow…»

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¿Eso se podría llamar como ‘bien’?

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Al parecer se había calmado después de una respiración profunda y de haber reajustado su posición.

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«¿Esperaste por mí? ¿Por mi llamada?»

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«Es normal que un novio espere expectante la llamada de su amada, ¿no es así?»

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«Eso es, bueno, cierto pero... bueno, no suena como algo que tú dirías en lo absoluto.»

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«Creo que eso aplica para ambos.»

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Estábamos enfrentándonos por primera vez. Yo siendo yo. Ella siendo ella.

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A veces haciendo algo inesperado, otras veces diciendo algo precipitado.

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Era difícil controlarlo todo.

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Por lo tanto, decido no pensar demasiado en ello.

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¿Estoy diciendo estas cosas naturalmente? ¿Qué hay acerca de mis acciones?

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Pero incluso esas son sólo los placeres del amor a los cuales me estoy entregando.

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«Hmm, sí. Tal vez. Aún no siento que esto sea real… ¿realmente estamos saliendo, no es así?»

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«Por supuesto que sí.»

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«…Cierto, por supuesto. Ya sabía eso pero… creí que, si te preguntaba acerca de tu confesión, me dirías que nunca hubo una confesión para empezar. Es por eso que tardé un poco en llamarte, Kiyotaka.»

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Al parecer esa era la razón por la cual no me había llamado antes.

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«Sabes, hubiese estado bien que tú me llamases también, ¿no te parece?»

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«Quería esperar por tu llamada.»

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Era un poco injusto, y fue transmitido a ella, ya que aún sonaba un poco triste.

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Pero la conversación pronto cambió a los temas de la vida cotidiana.

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«Ah, ¿has escuchado hablar de esto? Justo fui con mis amigas a comer y—»

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No era una conversación significativa de ninguna manera, pero para mí se sintió tan novedosa y fresca.

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Hasta ahora, nuestra relación había sido acerca del que usaba, y de aquel que era usado. No de amigos o novios.

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Nuestros nombres o números telefónicos no habían sido registrados en nuestros teléfonos. Usualmente, yo era quien la contactaba a ella.

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Probablemente las personas dirían que era una relación distorsionada.

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Pero aun así, ciertamente esa era la única cosa que nos conectaba.

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Pero eso había sido silenciado. Otro mundo se estaba expandiendo ante mis ojos.

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«¿Tan siquiera me estás escuchando?»

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Se percató de mi falta de respuestas adecuadas y me preguntó al respecto.

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‘Te escucho, te escucho’, fue mi respuesta, la cual la satisfizo y continuó hablando.

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Era una conversación sin ningún tema en realidad.

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No estaba relacionada a mí.

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Pero aun así, fue un poco sorprendente que pensara que era un poco divertido.

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«Y por cierto, Kiyotaka. Cómo digo esto, ¿no tienes algo que compartir conmigo?»

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Al parecer, no se sentía satisfecha de que ella estaba siendo la única en hablar de varios temas, por lo tanto, me hizo esa petición.

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Incluso si me preguntan sobre ello, esa clase de cosas son demasiado para mí. O mejor dicho, soy consciente de que soy malo en esto.

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No, precisamente por eso era que debía desafiarme a mí mismo.

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«Veamos…»

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Me pregunto por cuánto tiempo habré hablado después de eso.

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Estoy un poco sorprendido de lo mucho que hablé acerca de todas estas cosas tan irrelevantes, cosa que nunca antes había hecho.

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Eran cosas que a otras personas no les resultaría interesante.

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Pero Kei me estaba escuchando, claramente disfrutándolo sin importar qué.

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Algunas veces reía, otras veces me devolvía una que otra broma.

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Y entonces la conversación se desplazó hacia lo inesperado.

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Cuando el Arenero[1] estaba a punto de desatar su somnolencia sobre mí, revisé el reloj. Pronto serían las 11PM.

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Lo cual significaba que habíamos estado hablando por más o menos una hora.

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No sería una exageración decir que era la llamada más larga que hemos tenido hasta ahora.

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«Probablemente deberíamos terminar esta llamada pronto.»

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Lo mejor sería colgar por ahora, considerando lo que nos aguarda mañana.

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«Es verdad.»

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Al parecer, también lo entendió y no se opuso.

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«Nos vemos mañana. Buenas noches, Kiyotaka.»

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«Buenas noches, Kei.»

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Después de decir nuestros nombres, lo habíamos dado por terminado.

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«Bueno, entonces—» Dijo al final, pero de alguna forma, no terminó la llamada.

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«¿Qué pasa?»

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«Se… se siente un poco difícil para mí colgar…»

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Me dijo su razón para ello.

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«…Así que, ¿podrías hacerlo tú?»

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«Entiendo.»

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Presioné el botón para finalizar la llamada sin dudarlo.

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«Bien, hora de prepararme para ir a la cama.»

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Eso era lo que pretendía hacer, pero…

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Kei me llamó nuevamente a pesar de que había terminado la llamada hace apenas unos cuantos segundos.

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¿Había olvidado decirme algo?

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«¿Qué pa—?»

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«Ni siquiera dudaste un poco, ¡¿no es cierto?! ¡¿Por qué?!»

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Un grito rompe oídos.

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Instintivamente, aparté mi teléfono de mi oído, pero aun así pude escucharla clara y fuerte.

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«¡¿No deberías, tú sabes, al menos mostrar un poco más de vacilación?!»

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«…Quiero decir, ¿no es normal terminar una llamada  así?»

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El flujo de la conversación decía que teníamos que prepararnos para mañana, por lo cual debíamos terminar la llamada. Ambos debíamos estar en la misma sintonía.

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Pero al parecer, a Kei no le había gustado la forma con la que terminé la llamada.

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«P-pero, ¡¿nos divertimos mucho, no es así?!»

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«Así es. Es la primera vez que me divierto de esa forma.»

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«Entonces, cómo digo esto, ¿no te sientes un poco triste de verlo terminar de esa forma?»

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Si quería decir que ella quería hablar más y el tiempo lo permitía, entonces, claro que sí.

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«Un poco.»

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«¡De ninguna forma se te nota!»

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Sin aceptar mi respuesta, continuó con los dientes apretados.

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Que no haya puesto mi teléfono demasiado cerca de mi oreja fue algo bueno.

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Parecía ser que había dado justo en el blanco, ya que ella estaba siendo de lo más quisquillosa sobre todo.

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Desde ese buen humor que habíamos tenido hasta hace poco había desaparecido, no me gusta esto, no me gusta aquello, inclusive nuestra emocionante conversación de antes.

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Así que esto es lo que llaman ‘el corazón de una mujer’.

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En ese caso, necesitaré un poco más de tiempo para analizarlo.

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«Huff, puff… Ah, me siento tan renovada.»

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Después de que se desahogó y lo dejo salir todo, parecía ser que había recuperado el control de sus emociones.

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«Entonces… ¿qué debería hacer?»

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«¿Sobre qué?»

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«Ya casi son las 11:15PM, sabes.»

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«Ah…»

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Desde que intentó terminar la llamada, el reloj no se detuvo en ningún momento y el tiempo siguió avanzando.

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«Quizás tu deberías colgar después de todo, Kei.»

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«Tal vez sea así.»

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Tal vez estaba preocupada acerca de cuándo iba a finalizar la llamada, pero de algún modo objetó.

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«Deberías colgar tú. Hazlo apropiadamente esta vez, ¿de acuerdo?»

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«¿…Apropiadamente?»

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Recibí una inesperada y desagradable petición.

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«Así es. Esta vez, de una forma que no me haga enfadar. ¿No cumplirás este deseo de tu linda novia?»

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Dijo traviesamente como si me hubiera montado y tomado la iniciativa.

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«¿Deseo? ¿Linda novia?»

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«¿Qué? ¿Tienes alguna queja?»

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«No, para nada.»

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Me puse de pie y me dirigí hacia mi computadora.

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Puede que encuentre algunas pistas navegando por internet.

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«Sólo para que lo sepas, buscarlo en el internet o algo similar no servirá. Estoy escuchando atentamente, así que si lo haces, lo sabré.»

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Me arrinconó como si hubiese leído mis movimientos.

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No es una chica débil, pensé con admiración.

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En ese caso, mi única opción es allanar mi propio camino con mi propia fuerza.

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Es una prueba para mí, quien deseaba que esta relación comenzara.

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«—Veamos.»

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Comenzaré después de una breve pausa. La razón por la cual finalicé la llamada. Alguna clase de teoría que no la haga enfadar.

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«Es verdad que colgué sin dudarlo. Pero, eso no fue porque piense a la ligera en ti.»

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¿Cuáles serían las mejores palabras a elegir para finalizar una llamada?

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Dije lo que pensaba en voz alta.

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«Es un poco triste terminar la conversación, cierto. Pero eso sólo significa que podremos vernos mañana. ¿No te sientes de la misma manera?»

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«…Sí. Yo también quiero verte, Kiyotaka…»

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Había pasado algo de tiempo desde la confesión.

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Naturalmente, el deseo de reunirse el uno con el otro se haría más fuerte a medida que el tiempo pasase.

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«Es por eso que deberíamos dejar que el tiempo fluya. Eso es lo que pienso. Tomarnos nuestro tiempo y hablar hasta altas horas de la noche también está bien para mí. Pero de esa manera, el ‘hoy’ nunca acabaría.»

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«Sí…»

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«Quiero verte. La razón por la cual no dudé en finalizar la llamada fue por esos sentimientos, eso creo.»

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«…Ya veo, sí, fue por eso…»

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«¿Ahora lo entiendes?»

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«Bueno, sí. Te lo pasaré por esta vez.»

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Ya no parecía estar tan disgustada. Pude escuchar un suave y tranquilo asentimiento a través del altavoz.

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«Ya que a ti se te dificulta, finalizaré la llamada por ti. ¿Te parece bien?»

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«Entendido. Puede que mañana en la escuela… no tengamos oportunidad de hablar pero… lo estaré esperando con ansias.»

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«Efectivamente.»

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Siguiendo el flujo de la conversación, presioné el botón para finalizar la llamada.

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Obviamente, no me llamó de nuevo.

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Nuestra relación había cambiado, pero Kei decidió mantenerla oculta por el momento.

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Nuestras oportunidades para hablar abiertamente en la escuela serán limitadas hasta que nuestra relación se haga pública.

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Pero, robarnos miradas de vez en cuando debería ser posible.

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Por fin, las vacaciones de primavera anunciaron su partida, sin dejar nada sin hacer.

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Mi nueva vida escolar empezará mañana.

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Si tan sólo pudiera ser calmada y pacífica.

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Este deseo mío no ha cambiado, ni siquiera ahora.

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Lo mejor sería pasear tranquilamente por este lecho del río en un pequeño barco.

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Ya sea en lo académico, lo deportivo o en el amor. No se sabe dónde la corriente comenzará a arreciar.

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Esa— — es la parte divertida de la vida escolar.

 

[1] El Arenero o Sandman es un personaje de la cultura anglosajona, y sobre todo la celta, que visita cada noche el dormitorio de la gente mientras duerme, para esparcirle arena mágica en los ojos y así, los durmientes tendrán sus sueños (de ahí su nombre sand - arena y man - hombre) y por eso la legaña adquiere el nombre de arena, arena mágica o arena de sueño.