La pareja se introdujo a sí misma únicamente usando sus apellidos. Para complementar, el nombre completo del corpulento estudiante era Kazuomi Housen, mientras que el de la chica era Tsubasa Nanase.

​

Ambos eran genuinos estudiantes de la Clase 1-D, justo como la chica dijo que lo eran.

​

Estudiantes de esa misma clase con quienes no pudimos encontrarnos ayer. Aunque su repentina aparición definitivamente era inesperada, para Horikita, era tanto una bendición como una maldición. La razón para ello es que ahora mismo no era exactamente una buena idea empezar a negociar con ellos debido a la presencia de estudiantes de otras clases.

​

“Para un par de estudiantes de nuevo ingreso, ustedes han venido y han hecho algo bastante drástico. Admiro su valentía.”

​

“¿Ah? ¿Que admiras qué? Eres jodidamente engreída, ¿no es cierto, perra?”

​

“¿Crees que ella es la engreída? A la mierda con esa actitud descarada, punk de primer año.”

​

Housen estalló contra Horikita, provocando que Sudou estallase también, interrumpiendo la conversación.

​

A pesar de que tenían casi la misma estatura, la corpulencia de Housen era más grande, por lo que Sudou parecía ser más pequeño en comparación.

​

“¿Una E+ en Habilidad Académica? Parece que eres tan retrasado como te ves.”

​

“¡¿Quieres repetir lo que dijiste?!”

​

Sudou se enfadó aún más, pero Housen simplemente lo ignoró y continuó hablando.

​

“Bueno, a la mierda. De todas formas parece ser que aquí solamente hay un montón de idiotas de la Clase D. Me sirve.”

​

“¿Qué se supone que significa eso?”

​

“Ustedes son la mierda que está en el fondo del barril. Ni siquiera serían capaces de encontrar pareja sin tener que rogarle a nuestra clase. Así que les tenderé una mano a retrasados incompetentes como ustedes, ¿de acuerdo? ¿Entienden lo que digo?”

​

Housen respondió a la pregunta de Horikita y le planteó una propia, casi como si la estuviese poniendo a prueba.

​

“Entonces, ¿esencialmente estás diciendo que quieres emparejarte con nosotros? ¿Y aun así nos lo estás pidiendo con una actitud tan arrogante como esa?”

​

“Mierda que no. Ustedes deberían ser quienes tendrían que rogarnos para que nos emparejemos con ustedes. Ya les hice un favor arrastrándome hasta acá idiotas.”

 

Housen la desafió, dejando de lado el punto de vista de Horikita y afirmando el suyo.

​

“Joder, así que dense prisa y pongan sus cabezas en el maldito suelo y rueguen.”

​

Mientras evitaba que Sudou fuese dominado por su temperamento, Horikita volvió a hablar.

​

“Pareces estar malinterpretando algo. Estamos en la misma posición.”

​

Habló con incluso más convicción que antes, sin prestarle atención a la desigualdad física entre Housen y ella.

​

“¿La misma? ¿Podrías dejar que ese amigo tuyo retrasado sea el único que escupa mierda?”

​

“Al igual que nosotros, tú estás en la Clase D. No eres diferente a nosotros.”

​

“Simplemente no lo entiendes. Si nos apeteciera, podríamos hacerle todo tipo de cosas a basura como ustedes. No quieres que esta mierda se te salga de las manos, ¿verdad? Si es así, entonces conoce tu lugar y comienza a mover tu colita para mí.”

​

Aparentemente, este tipo Housen ya se había dado cuenta de la ventaja especial que los estudiantes de primer año tenían sobre nosotros.

​

“¿Y cuáles son esas ‘cosas’ que podrían hacernos?”

​

Horikita debería saber perfectamente cuál era la respuesta, pero aun así se atrevió a preguntárselo, queriendo que Housen fuese quien lo dijera.

 

“Lo entiendes, ¿no? Tenemos los medios para intencionalmente bajar nuestros puntajes en el examen.”

​

Tras haber escuchado esas palabras, Horikita se mordió ligeramente el labio.

​

“¿Huh? ¡¿Qué demonios estás diciendo, bastardo de primer año?! ¡No esforzarse en el examen hará que los echen de la escuela!”

​

“Detente, Sudou-kun. Perder los estribos repentinamente es un mal hábito tuyo.”

​

“Pero…”

​

Podía entender por qué la manera excesivamente agresiva de hablar de Housen hacía que Sudou perdiera los estribos.

​

Sin embargo, lo que Housen dijo no era mentira.

​

“Seguro, las reglas dicen que serás expulsado si se descubre que bajaste tu puntuación en el examen. Pero la penalización que viene por no haber encontrado un compañero para el día del examen es diferente. Ese sólo es un problemas para ustedes los de segundo año, ¿verdad?”

​

Si se te agotaba el tiempo, un compañero te sería asignado aleatoriamente.

​

Además, recibirías una penalización del 5% sobre tu puntuación total.

​

Ya que los estudiantes de segundo año tenían que enfrentarse al riesgo de la expulsión, sentirían los efectos de dicha penalización más que los estudiantes de primer año.

​

“¡¿E-eso es verdad?!”

​

Incapaz de creerlo, Sudou le envió a Horikita una mirada que demandaba confirmación.

​

Pero lo único que Horikita pudo responder fue un asentimiento con la cabeza.

​

“¿No se estarían sofocando a ustedes mismos al hacer tal cosa? ¿Les parece bien el hecho de sufrir pérdidas inmediatamente después de haber ingresado a la escuela?”

​

Si incurrieran en una penalización, sus posibilidades de obtener más de 500 puntos naturalmente disminuirían.

​

“Sin embargo, no sería tanto un dolor en el culo para nosotros como lo sería para ustedes los de segundo año. ¿Verdad?”

​

Housen buscó confirmación en Nanase, quien estaba situada detrás de él.

​

“Así es. Se nos dijo que no recibiríamos puntos privados por 3 meses, pero como mucho, solamente serían 240.000 puntos. No creo que sea un problema fatal.”

​

“¿Lo entiendes ahora, Horikita-senpai?”

​

Housen se situó enfrente de Horikita, una estudiante mayor, como si fuese él quien tuviera mayor rango.

​

Al ver eso, Sudou no pudo contenerse más.

​

Sin embargo, tuvo la suficiente voluntad como para evitar lanzarle un puñetazo, eligiendo en su lugar ponerse de pie frente a Horikita con una postura imponente y agresiva.

​

“¿Quieres pelear?”

​

Housen desafió a Sudou sin siquiera un rastro de vacilación en su voz.

​

“¡¿Eres muy engreído, no es cierto?!”

​

“No pierdas la compostura, Sudou-kun. Sabes perfectamente cómo son las cosas en esta escuela, ¿verdad?”

​

Que los estudiantes de primer año no supieran sobre esto no era sorprendente, pero los pasillos en esta zona estaban constantemente bajo vigilancia de la escuela.

​

Ya que las cámaras de vigilancia siempre estaban en funcionamiento, si algo llegara a pasar, la escuela usaría las grabaciones como evidencia.

​

“Lo sé…”

​

Habiendo sido advertido repetidas veces por Horikita, Sudou retrocedió a pesar de su irritación.

​

Su corto temperamento definitivamente era uno de sus defectos, pero al menos estaba dispuesto a escuchar a Horikita.

​

Sudou se dio la vuelta y apartó la mirada de Housen, pero mientras lo hacía, Housen levantó su mano y lo empujó en el pecho.

​

“¡¿Woah?!”

​

En ese momento, Sudou perdió el equilibrio y cayó de espaldas al suelo, aterrizando con las manos.

​

“¿Acaso sólo eres una perra de gran estatura? ¡Apenas te toqué!”

​

Ni siquiera los estudiantes de segundo año que habían estado observando el desarrollo de la situación pudieron ocultar su sorpresa ante el comportamiento excesivamente imprudente de Housen.

​

Considerando lo inmensamente descarado que había sido, no sería sorprendente si esto se considerase un acto de violencia.

​

Estos nuevos estudiantes de primer año aparentemente estaban más familiarizados con el funcionamiento interno de la escuela que los de años anteriores.

​

Si realmente sabían más acerca de la escuela como Ryuuen dijo ayer, entonces no tenía más opción que decir que la conducta de Housen había sido completamente imprudente.

​

¿O en realidad no saben tanto acerca de la escuela como yo pensaba?

​

No, ese no parecía ser el caso ahora. Si ese fuera el caso…

​

“¡Maldito hijo de perra!”

​

A pesar de casi haber recobrado la compostura momentos antes, Sudou se dio cuenta de lo que Housen le había hecho, y estaba a tan sólo pocos segundos de explotar con toda la furia que había estado reprimiendo en su interior.

​

Sin embargo, antes de que eso pudiera ocurrir, un joven estudiante que había estado observando la situación desde la distancia se interpuso entre ellos.

​

“¡¿Qué demonios están haciendo ustedes dos?!”

 

Era Ishizaki Daichi, de la Clase 2-C. Si bien normalmente era categorizado como un delincuente que perdía los estribos rápidamente, era también un chico con un gran corazón. Parecía que no pudo contenerse por más tiempo al ver la crueldad con la que Sudou, uno de sus compañeros, estaba siendo tratado.

​

“Estos de segundo año siguen apareciendo como cucarachas.”

​

Housen mostró una divertida expresión, mientras que la chica que se introdujo a sí misma como Nanase de manera tan educada hizo que se tranquilizara.

​

“¿No viniste aquí a hablar, Housen-kun? Si viniste aquí porque querías ponerte violento, me iré.”

​

“¿Violento? Lo toque como si hubiese acariciado a un gato. Mi error, Sudou.”

​

 Se dirigió al estudiante de segundo año que estaba enfrente de él si usar honoríficos, casi como si estuviese escupiéndole.

​

“¡Oye! Ser imbécil tiene sus límites, ¡¿entiendes?!”

​

Ishizaki extendió su brazo, buscando agarrar a Housen por el cuello de su camisa.

​

En el momento en el que vio su brazo aproximándose hacia él, las comisuras de la boca de Housen apenas se movieron para formar una sonrisa.

​

“Detente a menos que quieras morir, Ishizaki.”

​

El brazo de Ishizaki se detuvo en el aire, a sólo unos instantes de agarrar la camisa de Housen.

​

La advertencia había venido de no otro que Ryuuen, quien aparentemente también había estado observando la situación desde la distancia.

​

“¡¿P-por qué me detuviste?!”

​

Ishizaki estaba visiblemente confundido por el hecho de que Ryuuen lo había detenido.

​

“Pensar que te involucrarías. ¿Qué estás haciendo?”

​

Ibuki, una estudiante de la misma clase, también habló, sorprendida por la repentina intervención de Ryuuen.

​

Ryuuen no odiaba este tipo de confrontaciones, ni de lejos. Usualmente los recibiría con los brazos abiertos.

​

Si el momento lo requería, no dudaría en involucrarse, sin importar si había cámaras de vigilancia o no.

​

Por eso el hecho de que impidió que la pelea ocurriera era tan inesperado.

​

Ryuuen hizo que Ishizaki retrocediera, y después se aproximó a Housen.

​

“¿Entonces ahora tú eres mi oponente? Te ves extremadamente débil en comparación a ese retrasado de Sudou.”

​

Debido a que el físico de Ryuuen no se veía tan grande o impresionante, Housen dijo lo que estaba pensando.

​

“He oído mucho acerca de ti. Un chico llamado ‘Housen’ era algo así como una celebridad local de donde yo vengo. Aunque, ciertamente nunca pensé que tendrías tal cara de retrasado.”

​

Ryuuen insultó a Housen con exactamente la misma palabra que Housen había utilizado en repetidas ocasiones para insultar a Sudou. Ciertamente, era el típico comportamiento de Ryuuen. Normalmente, Ryuuen era el enemigo de nuestra clase, pero verlo tomar tal posición en una confrontación como esta fue tranquilizante. De hecho, Sudou había logrado recobrar la compostura  gracias al cambio en la atmósfera.

​

“¿C-conoces a este chico, Ryuuen-san?”

​

“¿Dijiste Ryuuen?”

​

La expresión facial de Housen cambió después de haber escuchado el nombre de Ryuuen, su leve sonrisa se convirtió en una gran toothy grin[6].

​

“Oye, oye, ¿es en serio? Esto debe ser el destino o algo así. He escuchado tantos rumores acerca de ti que terminé cabreándome, Ryuuen.”

​

“Parece que tienes suficientes neuronas para al menos recordar el nombre de alguien.”

​

Aparentemente aquellos dos habían sabido el uno del otro por bastante tiempo. Parecía ser que Housen provenía de algún lugar relativamente cercano a la ciudad natal de Ryuuen.

​

En cualquier caso, a juzgar por las interacciones entre Ryuuen y sus compañeros de clase, Ishizaki e Ibuki, parecía seguro decir que había regresado por completo. Aunque se había retirado por un corto periodo de tiempo, había tomado el control de la Clase 2-D por completo otra vez.

​

“Aunque, que el tal Ryuuen tenga un aspecto tan escuálido… Qué decepción.”

​

“Supongo que eres tan muscle-head [7]como imaginaba.”

​

“Fui a buscarte varias veces para darte una paliza, pero nunca nos encontramos. ¿Estabas siendo una perrita, escondiéndote de mí en ese entonces, no es cierto? Huiste y le dejaste todo el trabajo a tus subordinados, ¿o me equivoco?”

​

“Kuku, el destino estuvo de tu lado, Housen. Si te hubieses cruzado conmigo en ese entonces, no serías ni de cerca lo engreído que eres ahora. Al parecer has corrido con suerte ya que aún no sabes lo que es experimentar la derrota.”

​

“Estaba seguro de que sólo estabas huyendo con la cola entre las piernas. Pero si estás diciendo que ese no fue el caso, ¿qué tal si aclaramos las cosas, aquí y ahora mismo?”

​

Housen apretó su gran mano formando un puño, mostrando su confianza.

​

Si Housen realmente conocía a Ryuuen por sus días de secundaria, su impresión acerca de él no debería ser tan diferente de la nuestra. ¿Quizás él no veía a Ryuuen como alguien a quien no querrías tener como enemigo?

​

“Relájate. No voy a pelear contra un gorila si no tengo nada que ganar.”

​

A pesar de haberle ofrecido pelear, Ryuuen ignoró su provocación y se negó.

​

Por supuesto, era debido a que no había manera de que pudiese pelear en un lugar como este, pero…

​

Probablemente Ishizaki y los demás pensaron que Ryuuen aceptaría la propuesta, aunque tuviesen que cambiar de lugar para hacerlo.

​

“¿Realmente este tipo es tan aterrador? Es más grande que Sudou y todo, pero…”

​

“Quién sabe.”

​

No parecía que Ryuuen tuviese intención alguna de responderle por ahora. Simplemente mostró una ligera sonrisa antes de darle unas indicaciones a sus compañeros de clase.

​

“Dejémoslo acá por ahora.”

​

“¿De verdad vas a dejar que un estudiante de primer año te menosprecie de esa forma?”

​

Ibuki sabía perfectamente que Ryuuen era el tipo de persona que se agarraría a golpes con cualquiera, sin importar quién fuese, así que no pudo evitar hacerle esa pregunta.

​

“¡Ja! Podemos resolver esto en cualquier momento que queramos. No tiene que ser ahora.”

​

Ryuuen respondió a Ibuki con una actitud completamente tranquila y serena.

​

Si bien terminarlo de esa manera hubiera sido lo mejor para todos, Housen caminó hacia adelante, acortando la distancia entre Ryuuen y él.

​

“¿Esa chica también es una de tus subordinadas?”

​

Le hizo esa pregunta a Ryuuen, después de haber estado observando mientras hablaban entre ellos momentos antes.

​

“Bueno, algo así.”

​

“Huh? Who died and made you the boss of me?[8]”

​

“¿Qué, incluso tienes a chicas haciendo tu trabajo sucio?”

​

“Podría decirte lo mismo. Tú trajiste a esa linda muñequita[9] tuya, ¿no es así?”

​

De manera similar, Housen tenía a la chica llamada Nanase de pie a su lado.

​

“Ella no es mi subordinada. Bueno, de todos modos me importa una mierda. Resolvámoslo afuera, Ryuuen.”

​

“Te dije que no voy a hacerlo.”

​

Sin importar cuántas veces Housen lo provocase, Ryuuen no se dejaría llevar por ello.

​

Y, como para simbolizarlo, se dio media vuelta, dándole la espalda a Housen, mostrando su intención de retirarse.

​

“¿Conque sí? Bueno, entonces—“

​

Ryuuen no mordía el anzuelo, y eso a Housen no parecía hacerle mucha gracia. Repentinamente, casualmente extendió su mano hacia Ibuki. Ibuki intentó apartarle el brazo, pero…

​

Justo antes de que ella pudiera apartarle el brazo, Housen aceleró sus movimientos, rodeando su cuello con la mano y levantándola en el aire.

​

“¡¿…?!”

​

Ibuki trataba frenéticamente de apartar su brazo de ella, a medida que una fight or flight response[10] inundaba su cerebro.

​

Sin embargo, Housen sonrió sin temor, su brazo se mantuvo tan firme como si hubiera sido fundido en acero.

​

Ryuuen se giró, habiéndose percatado de lo que le había pasado a Ibuki.

​

Ibuki estaba haciendo todo lo que podía con sus manos y piernas para intentar soltarse, pero Housen no se movió en lo más mínimo.

​

“¡Jajaja! Tú sólo intenta escapar, chica. Eso, o no me importa que todos ustedes, mirones maricas, vengan a por mí también.”

​

En lugar de valentía, su expresión exudaba un aura de absoluta confianza en sí mismo.

​

Con eso dicho, involucrarse en la situación ciertamente no era una decisión sencilla. Si fueses a causar una conmoción en un lugar como este, obviamente la escuela terminaría enterándose de ello. Dado que la escuela inevitablemente se involucraría, nadie hizo nada. Nadie, es decir, a excepción de Ryuuen, quien caminó hacia adelante a pesar del asombro. Se plantó justo enfrente de Housen, no tanto para golpearlo ya que era para salvar a Ibuki. Ryuuen pateó repetidamente a Housen, pero Housen simplemente se encogió de hombros a pesar de que su movilidad estaba restringida ya que una de sus manos estaba sujetando el cuello de Ibuki.

​

“¡Bastardo!”

​

En ese momento, Ishizaki, a quien Ryuuen anteriormente le había dicho que se detuviera, también se unió.

​

Se estaba convirtiendo en el tipo de conmoción que hacía difícil imaginar que estábamos en el pasillo de una escuela.

​

“¡Sí… sí! ¡Haber venido a esta escuela valió la pena después de todo!”

​

Una pelea en toda regla podría comenzar en cualquier segundo.

​

Sin embargo, Nanase, quien había estado observando en silencio todo el tiempo, abrió su boca para hablar.

​

“Por favor detente, Housen-kun.”

​

Housen estaba haciendo todo un espectáculo enfrentándose a dos oponentes a pesar de estar en desventaja por tener una mano sosteniendo a Ibuki, pero cuando su compañera de clase Nanase lo llamó, el espectáculo terminó.

​

“¿Qué dijiste?”

​

En lugar de obedientemente seguir su petición, realizó una completa demostración de su irritación por el hecho de que ella había interferido.

​

“Los estudiantes de segundo año han estado preocupándose por las cámaras de vigilancia desde hace un tiempo. Basándome en las circunstancias, he determinado que no hay nada que ganar atacando aquí.”

​

“No me digas. Eso ya lo sé. Es por eso que estoy jodiendo con ellos, ¿de acuerdo?"

​

Admitió que sabía que nuestras acciones estaban limitadas debido a las cámaras de vigilancia.

​

En cuyo caso, la serie de acciones que Housen había hecho aún era incomprensible.

​

Housen procedió a ignorar la petición de Nanase y volvió a enfocarse en la pelea que se estaba desarrollando ante él. Sin embargo, en ese momento, Nanase se volvió aún más contundente con sus palabras.

​

“Si sabes lo que estás haciendo, entonces esa es una razón más para que te detengas. Si continuas perdiendo el tiempo con esta inútil disputa, tomaré este asunto con mis propias manos. Estás haciendo que considere si decirle a todos acerca de ‘eso’, aquí mismo, ahora mismo.”

​

Tras haberla escuchado mencionar el abstracto término ‘eso’, Housen se detuvo por segunda vez.

​

Después, con una sombría y tediosa mirada en su rostro, soltó su agarré, haciendo que Ibuki cayese al suelo, tosiendo violentamente mientras lo hacía.

​

“De acuerdo, Nanase. Pero, que sepas que si traicionas mis expectativas, no mostraré piedad, ni siquiera a una chica como tú.”

​

"Con mucho gusto te tomaré la palabra cuando llegue el momento.”

​

Sin importar cuánto Housen la intimidase, Nanase aun así hablaba con seguridad.

​

Se veía tan serena y tranquila que el hecho de que estaba enfrente de las aulas de los de segundo año no parecía importarle en lo absoluto.

​

No obstante, este chico Housen no era una persona ordinaria. De entre todos los estudiantes de segundo año, había una buena cantidad que estaba orgullosa de sus habilidades para pelear. Había chicos como Ryuuen, Sudou y Albert. Sin embargo, a pesar de ser un estudiante de primer año, podía decir con sólo darle un vistazo que Housen era cosa seria. Incluso si fuera a confrontarlo, probablemente no podría mantenerlo bajo control. Ya que apenas había visto un destello de lo que era capaz de hacer, ni siquiera podría predecir qué es lo que pasaría si él llegara a pelear con todas sus fuerzas. Probablemente la razón por la cual Ryuuen intentó detener a Ishizaki de actuar descuidadamente fue porque juzgó que involucrarse en una simple pelea a puños los pondría en desventaja. Un escandaloso estudiante de primer año había llegado.

​

“Me detendré. Ya hicimos lo que vinimos a hacer. Larguémonos de aquí, Nanase.”

​

“Sí. Sabía elección.”

​

Aparentemente satisfecho con todo a excepción de la pelea, Housen se dio la vuelta y miró a Ryuuen una última vez.

​

“Si te arrodillas ante mí, supongo que podría permitirte que te emparejes conmigo, Ryuuen-paisen[11].”

​

“Lo lamento, pero sólo trabajo con humanos. No tengo intención alguna de estar con un gorila salvaje.”

​

“Qué pena.”

​

Sin embargo, este giro inesperado de los acontecimientos no terminó con eso.

​

Porque, aparte de Housen y Nanase, había otro estudiante de primer año que había estado observando cómo la situación se había desarrollado todo el tiempo.

​

Probablemente este estudiante se había puesto nervioso por Housen, ya que dirigió su atención a ellos al final.

​

“¿Sólo vas a escabullirte y observar, hijo de puta?”

​

“Un hombre sabio se mantiene lejos del peligro. ¿Tal vez nunca has escuchado ese proverbio?”

​

Con eso, el estudiante de primer año elocuentemente esquivó la pregunta de Housen.

​

“Una conversación amistosa es una cosa, pero no es muy buena idea que causes más problemas por aquí,        Housen-kun. Considero que deberías ser tú el primero en retirarte. ¿No estás de acuerdo?”

​

Mientras el chico decía esas palabras a modo de consejo, finalmente un adulto arribó al pasillo.

​

“¿Qué estás haciendo aquí, Housen?”

​

Un hombre vestido de traje había venido para detener el tumulto de los estudiantes.

​

Y, cuando el hombre habló, varios de los estudiantes de segundo año que habían estado observando desde la distancia huyeron a sus aulas.

​

“Housen, comprendo que te sientas nervioso, pero estoy seguro de que has sido acosado por las reglas de la escuela hasta el punto en que te duelen los oídos.”

​

“Sí sí, lo entendido.”

​

“Si realmente lo entiendes, entonces dispersa. No deberías pelear en los pasillos.”

​

“Esta mierda ni siquiera fue una pelea.”

​

Con una risa desdeñosa, Housen metió las manos en sus bolsillos y se dio la vuelta.

​

Inesperadamente, se había echado para atrás con facilidad, dando una orden para que Nanase se retirara también.

​

“Te veré más tarde, Horikita.”

​

Housen mencionó expresamente el nombre de Horikita antes de irse… no, más que eso, era más como si se lo hubiese dicho a la Clase 2-D en general.

​

“Lamento el disturbio.”

​

Con eso, Nanase inclinó su cabeza a modo de disculpa, logrando poner fin a la situación.

​

Y después, levantando su mano, volteó a mirarme una vez más antes de irse. Fue la misma mirada que me dio cuando llegó al pasillo. Es decir, una mirada inquisitiva que parecía como si estuviese sondeando algo.

​

Pero, tan pronto como me di cuenta de que me estaba observando, inmediatamente apartó la mirada y corrió tras Housen.

​

“Debo disculparme con todos ustedes. Los estudiantes de mi clase les han causado problemas.”

​

El profesor se disculpó con Horikita, quien había observado la situación desarrollarse muy de cerca.

​

“No…”

​

“Ya que estoy en ello, por favor permítanme presentarme. Soy la persona que ha sido puesta a cargo de la Clase 1-D, Shiba Katsunori. Aunque apenas llegué a esta escuela, espero con ansias llegar a conocerlos en un futuro.”

​

Después de una breve introducción, Shiba-sensei se dio la vuelta y siguió a Housen y Nanase.

​

Después, como si estuviese cambiando de lugar con Shiba-sensei, el elocuente estudiante de primer año que se defendió de Housen se acercó a nosotros y se inclinó ante los estudiantes de segundo año.

​

“Parece ser que mi compañero, Housen-kun, ha venido y les ha causado problemas. Debo presentar otra disculpa en nombre del cuerpo estudiantil de primer año.”

​

A diferencia de Housen, él parecía ser un estudiante muy versado en el arte de la comunicación.

​

“Nosotros, los estudiante de primer año, realmente aún no comprendemos todo este asunto del examen especial. Pido disculpas por el inconveniente, pero agradeceríamos que pudieran cuidar de nosotros.”

​

Después de haber terminado con su presentación-disculpa, el estudiante comenzó a girar su cabeza, dando a entender que él también estaba a punto de irse.

​

Pero entonces, repentinamente se percató de algo, o más bien, de alguien.

​

Un pequeño grupo de chicas de la Clase 2-D apenas habían regresado de almorzar juntas.

​

Consistía de 4 personas: Matsushita, Kushida, Satou y Mii-chan.

​

Miró fijamente a una de ellas, con una expresión sorprendida en su rostro.

​

“Todos parecen estar algo conmocionados. ¿Qué sucedió, Horikita-san?”

​

A pesar de haberse percatado de la presencia del estudiante de primer año, Kushida se dirigió a Horikita, con curiosidad por saber qué había sucedido aquí.

​

“Nada de qué preocuparse.”

​

“¿En serio?”

​

Ante la partida de Horikita, Kushida se encogió de hombros, lista para regresar al aula junto con sus amigas.

​

“Uhm… ¿por casualidad… tú eres Kushida-senpai?”

​

“¿Eh?”

​

Habiendo escuchado a alguien hablándole, Kushida se dio la vuelta. Me pregunté si el hecho de que el nuevo estudiante sabía el nombre de Kushida significaba que se conocían del pasado, pero…

​

“¿Erm?”

​

Kushida lo miró con una confusión visible en sus ojos. La atmósfera entre ellos parecía no dejar espacio para la familiaridad.

​

“¿No me reconoces? Supongo que es comprensible que no, pero, soy yo, Yagami Takuya.”

​

Después de escuchar su nombre, Kushida pensó por un momento antes de recordarlo.

​

“Yagami… ¡Ah! ¡¿Ese Yagami-kun?!”

​

“Efectivamente, ese Yagami. Ha pasado un tiempo, ¡¿no es así?!”

​

“¡Así que tú también has venido a esta escuela, Yagami-kun! ¡Qué coincidencia más maravillosa!”

​

“¡Ciertamente nunca pensé que vería a Kushida-senpai de nuevo en esta escuela!"

​

“¿Se conocen?”

​

Satou preguntó con curiosidad, a lo cual Kushida asintió con la cabeza.

​

“Así es. Aunque, casi nunca interactuamos entre nosotros. Yagami Takuya-kun. Me dio la impresión de que era increíblemente inteligente. Aunque, nunca hablamos mucho aparte de saludos porque estábamos en diferentes grados.”

​

“¿Sabes algo sobre esto?”

​

Le susurré a Horikita para comprobar lo que sabía y me respondió inmediatamente.

​

“Bueno, en realidad no.”

​

“Parece que no recuerdas mucho acerca de tus antiguos compañeros de clase, ¿o sí?”

​

“No te equivocas. En ese entonces, no tenía tiempo para prestarle atención a personas en quienes no tenía interés alguno.”

​

Aparentemente, realmente no lo recordaba… o más bien, ni siquiera le prestó atención para empezar.

​

Dado que ni siquiera se molestaba en prestarle atención a sus propios compañeros de clase, no había manera de que recordase a un estudiante menor.

​

Bueno, aunque Kushida no lo reconoció a primera instancia, probablemente un chico no sería capaz de olvidar a Kushida una vez que la haya visto.

​

Después de todo, realmente su apariencia era así de llamativa.

​

“Realmente soy muy afortunado de asistir a la misma escuela que Kushida-senpai, a quien admiraba mucho, otra vez.”

​

“Eso es demasiado…”

​

Kushida respondió con humildad. Sin embargo, si realmente asistió a la misma secundaria que Yagami, unas cuantas preocupaciones llegarían a su mente.

​

“¿Este chico Yagami sabe acerca de ‘tú sabes qué’?”

​

Susurré nuevamente a Horikita. Mi uso del término ‘tú sabes qué’ era, por supuesto, refiriéndome al pasado de Kushida.

​

Durante su tiempo en la escuela secundaria, Kushida había provocado la destrucción de su propia clase.

​

Además, ella veía a Horikita, alguien que había asistido a la misma secundaria que ella y sabía la verdad acerca de lo que había sucedido, como su enemiga. Esto era porque Kushida sentía que era peligroso que alguien supiera acerca de lo que ella era capaz, y quería deshacerse de Horikita como resultado de ello.

​

Ya que él había asistido a la misma secundaria que ella, no sería extraño que Yagami también supiera la historia, pero…

​

“No me sorprendería que lo supiera, pero de todas formas no hay garantía de ello.”

​

En cuyo caso, la presencia de Yagami no era muy tranquilizadora en lo que respecta a Kushida.

​

Ya que había personas en nuestro grado que venían de la misma escuela secundaria, tenía sentido que también pudiera haber personas que venían de la misma secundaria en otros grados.

​

“Sé que esto es repentino, pero si eres tú, Kushida-senpai, entonces no tengo queja alguna. ¿Estarías dispuesta a emparejarte conmigo?”

​

Aunque apenas se había re-encontrado con ella, Yagami le hizo esa propuesta, extendiendo su mano con una sonrisa en su rostro.