El viernes, el quinto día del examen especial, la cantidad de parejas concretadas había incrementado a 81, lo cual significaba que poco más de la mitad de todos los estudiantes ya había tomado su decisión. El número de estudiantes de la Clase 2-C quienes habían encontrado un compañero había comenzado a incrementar también.

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Lo mismo era verdad en aquellos con quienes yo era cercano. Ya sabía acerca de la decisión de Kei debido a nuestra plática de ayer, sino que tanto Airi y Haruka del Grupo Ayanokouji también habían tomado su decisión. La fuerza impulsora detrás de todo esto no era otra más que Kushida. Fue en gran parte responsable de presentar a nuestros compañeros de clase a estudiantes de la Clase 1-B gracias a su colaboración con Yagami, un estudiante menor que venía de la misma escuela secundaria que ella. Sin embargo, de ninguna manera esta era una solución perfecta para todo. Aunque Yagami gradualmente se estaba ganando una reputación positiva dentro de nuestra clase, no parecía como que tuviese intención alguna de ser un líder. Por lo tanto, simplemente estaba cooperando con nosotros como individuo. No era razonable esperar que él fuese capaz de proveernos suficientes estudiantes para cubrir a todos los que necesitaban de un compañero en la Clase 2-D.

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Yagami había ofrecido su ayuda bajo una sola condición: Que él se emparejara con Kushida.

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Y, como lo indicaba la información proporcionada en la aplicación OAA, eso fue exactamente lo que sucedió ayer.

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Teníamos que usar a Kushida, una de nuestras estudiantes académicamente más capaces, pero Horikita no parecía estar insatisfecha por ello en lo más mínimo debido a que los beneficios habían superado con creces el costo incurrido. Además, aún nos quedaban varios estudiantes talentosos sobre la mesa, tales como Yousuke, Keisei, Mii-chan, Matsushita, e inclusive la propia Horikita.

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En cualquier caso, sólo porque el emparejamiento de uno se había concretado no significaba que ese uno pudiera tomárselo con calma.

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Una cantidad adecuada de estudio era una realidad que simplemente no podía evitarse.

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De hecho, podría decirse que el examen realmente sólo había comenzado para aquellos que ya habían decidido un compañero.

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Aunque no hablaba mucho con ellos, podía sentir una sensación de unidad en nuestra clase ya que todos comenzaban a ayudarse entre sí.

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Probablemente sólo era posible porque éramos compañeros que se habían mantenido unidos en las buenas y en las malas durante el transcurso del año pasado.

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Pero a pesar de la atmósfera de unión—

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Un estudiante se levantó de su asiento, aparentemente regresaría a su habitación por hoy.

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Horikita procedió a hablarle, como si hubiese estado esperando a que él intentase abandonar el aula.

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“Parece que no has encontrado un compañero aún, Kouenji-kun.”

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“¿Y qué pasa con eso?”

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Esta era una intervención con la única persona de la clase que no era parte de esta sensación de unión.

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“Como tu compañera, sólo pensaba en preguntarte acerca de tu situación actual.”

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Incluso para los estudiantes que usualmente hacían las cosas por su cuenta, normalmente aun así hablarían acerca de ello con los demás para que así supieras cómo les estaba yendo.

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Pero Kouenji era del tipo que no le decía nada a nadie, así que era difícil saber cómo le estaba yendo.

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“Eres inteligente. Nunca has considerado la idea de que podrías ser expulsado, ¿o sí?”

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“Por supuesto.”

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“Me parece justo. Conociéndote, aunque fueses a emparejarte con un estudiante con un estudiante con puntajes similares a los de Ike-kun, fácilmente obtendrías cerca de 400 puntos. Creo que estás bastante seguro.”

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Generalmente hablando, uno querría hacer uso de Kouenji ya que él era uno de los estudiantes académicamente más capaces de la clase.

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Probablemente era por eso que Horikita se había acercado a él, pero lo más seguro…

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“Fufufu. No tengo intención de hacer nada en este examen especial. Todo lo que importa es que el que se convierta en mi pareja consiga al menos 150 puntos. Siempre y cuando logre conseguir el puntaje mínimo, no debería costarme nada conseguir una puntuación que supere los criterios de aprobación.”

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Según Chabashira, todos deberían poder obtener un total de 150 puntos en el examen como mínimo. A menos que estuvieras en mis zapatos y terminases emparejándote con el infiltrado de la Habitación Blanca, que tu compañero intencionalmente puntuase un 0 era impensable.

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Sin embargo, la necesidad de depender en tu compañero era inevitable.

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En efecto. Probablemente nunca encontrarías a alguien que asegurase al 100% al menos obtener un punto en el examen, sin importar qué tanto lo buscases. Tanto los estudiantes de primer año como los de segundo año tenían que seguir adelante con la suposición de que su compañero obtendría al menos 150 puntos, pero esto no era más que una garantía del 99.99%. Para hacer de esa garantía un 100% tanto como fuese posible, la escuela había pensado en una regla, la cual establecía que los estudiantes cuyos puntajes se desviasen de lo que se esperaba de ellos, dados sus puntajes en Habilidad Académica, serían expulsados. Y era por esta razón que Kouenji podía permitirse estar tan confiado.

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No necesitaba tomarse la molestia de asistir a las discusiones o crear relaciones con los nuevos estudiantes.

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“En otras palabras, estás diciendo que no importa con quien termines emparejándote, ¿verdad? Si es así, ¿me permitirías buscar a alguien para que se empareje contigo? Sé que piensas que estarás bien sin importar con quién termines emparejado, pero lo más seguro sería evitar incurrir en la penalización del 5% que vendría con no encontrar pareja.”

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Estaba ofreciendo que simplemente se lo dejara todo a ella, una propuesta que esencialmente no tenía inconvenientes a la vista.

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“Definitivamente no estás equivocada, pero permíteme negarme.”

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“¿…Por qué? ¿Puedo pedirte que me des una razón?”

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“Porque soy quien soy, obviamente.”

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En pocas palabras, no quería ser usado para conveniencia de Horikita.

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Kouenji era Kouenji sin importar la situación.

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Si fuera a encontrarme en una posición en la que tuviera que hacer uso de Kouenji para llegar a la cima, entonces probablemente debería haber hecho algo diferente antes de haber llegado a esa posición en primer lugar.

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“¿Satisfecha?”

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Habiendo sido cuestionada con aquello, no había nada más que Horikita pudiera hacer.

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Después de todo, Kouenji no era un oponente que ella pudiera obligar a actuar incluso si lo intentara. Sería un desperdicio de esfuerzo.

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“Sí. Por ahora. Pero, no puedes seguir así para siempre. Cuando llegue el momento y la clase realmente necesite trabajar junta, tendrás que poner de tu parte también.”

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Horikita no particularmente estaba hablando de este examen especial. Más bien, tenía la mirada puesta en lo que vendría después de eso.

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Horikita quería que Kouenji mantuviera eso en mente.

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“Entiendo por qué quieres depender de alguien tan perfecto e impecable como yo, pero probablemente no pondré de mi parte en nada de e~so.”

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Indispuesto a seguir escuchando a Horikita por más tiempo, Kouenji se dio la vuelta y abandonó el aula, dirigiéndose a quién sabe dónde.

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“Kouenji es imposible, ¿no es así?”

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Metí mis narices en lo que había sucedido y hablé, aunque de forma algo involuntaria.

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“Sólo estoy irritada porque nuestra clase sería mucho más fuerte si él se tomara las cosas en serio.”

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No había nada más frustrante que tener un arma secreta que no podías controlar.

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Era el sentimiento de expectativa lo que la hizo desesperarse cuando Kouenji no actuó como ella pensó que lo haría.

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Por el bien del futuro, probablemente sería más fácil para ella pensar en Kouenji como una excepción y dejarlo así.

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“No me rendiré.”

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“¿…En serio?”

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Bueno, si bien correr en círculos sin lograr nada no era el mejor uso del tiempo, al menos estaba motivada.